viernes, 7 de octubre de 2011

TEOLOGÍA SISTEMÁTICA



Amados alumnos que Dios les bendiga, hoy viernes continuamos con nuestra clase de BOBLIOLOGÍA

INSPIRACIÓN





Manifiestamente, la Persona de Cristo sería más fácilmente comprendida bajo la hipótesis apolinaria de que El es casi totalmente divino, o bajo el concepto arriano de que El es casi completamente humano. Pero, a pesar de estas dificultades que para el hombre natural el elemento sobrenatural introduce, las Escrituras presentan una Persona teantrópica en quien tanto la naturaleza divina como la humana subsisten cada una en su plenitud inconfundible. De la misma manera sucede en el doble origen de la Palabra de Dios escrita.
    Si la conjunción de dos autores envuelve contradicciones lógicas o la conglomeración de principios opuestos, cierto que esto pudiese objetarse. Pero en el caso de la Biblia y su dualidad de autor los elementos que se cambian son los mismos en naturaleza, y por arreglo divino son hechos converger en nada menos que la Palabra de Dios escrita. Si esta combinación de origen no puede ser entendida, al menos puede ser creída. En todo cuanto es sobrenatural, los hombres son incapaces de comprender, pero son capaces de creer. "El hombre que rehusa creer aquello que no entiende ha de tener un credo bastante reducido" (Manly, Bible Doctrine of Inspiratgion, p.31). No podemos explicar la manera de la unión de la dualidad de autor de la Biblia, ni tampoco podemos resolver el problema negando las  evidencias. Felipe Schaff ha escrito: "La Biblia es totalmente humana (aunque sin error) en contenido y forma, en la manera en que comienza, en su compilación, su preservación y su transmisión; pero al mismo tiempo totalmente divina tanto en su pensamientos y palabras como en su origen, vitalidad, energía y efecto" (History of the Cristian Church, I, 93, citado por Manly, ibid., p. 32).

     El lado humano de la dualidad de autor de las Escrituras se hace extremadamente compleja por el hecho de que más de cuarenta hombres participaron en este incomparable servicio. En otros libros con excepción de la Biblia, el origen humano resalta, pero Dios ha ejercido Su propio poder al obrar a través de muchos autores; aún así  El ha preservado la unidad de su revelación, y, al mismo tiempo, ha demostrado Su control sobre hombres con diferentes grados de proficiencia como escritores. La mente humana apenas puede vislumbrar qué sería la Biblia si hubiese sido el producto de un sólo hombre. Todos los hombres no son por naturaleza historiadores o poetas. o filósofos. Para producir un Libro que incorpore una variedad tal de aspectos literarios, Dios evidentemente emplea los talentos personales de cada uno de los escritores humanos, seleccionándolos conforme a su habilidad natural para la tarea que El les ha encontrado. Moisés, el historiador, David el poeta y dulce cantor, Pablo el filósofo de la lógica, son ejemplos. Cuando-después de la muerte y resurrección de Cristo y el Día de Pentecostés-el nuevo sistema de verdad que se conoce como el cristianismo iba a ser desarrollado e introducido, Dios no seleccionó a uno de los doce quien, debido a haber estado relacionado con Cristo por tres años que, medio, debió haber sido seleccionado de manera natural, sino que, habiéndole llamado de su estado pecaminoso y habiéndole salvado, El preparó y usó el intelecto más grande de su época, si no de todas. Pero ya sea Moisés, Isaías, Daniel, Juan o Pablo, el hecho normal permanece que, aparte de la literatura que ellos produjeron y de sus cualidades personales para las mismas, cada autor humano escribió en su pureza el mensaje sublime que le fue encomendado, y la totalidad de esos escritos-siendo sui generis debido a la dualidad de autor- constituyen la Palabra de Dios.

    Una triple declaración del Dr. Basil Manly sumariza esta verdad de la dualidad de autor de las Escrituras:
   " 1. La Biblia es verdaderamente la Palabra de Dios, teniendo tanto la verdad infalible como la autoridad divina en todo lo que afirma y manda.

      2. La Biblia es verdaderamente una producción humana. Esto es comprobado por todas las evidencias del origen humano que muestra tan clara y ciertamente como cualquier otro libro que haya sido escrito por hombres.

       3. Esta dualidad de autor se extiende a cada parte de las Escrituras y al lenguaje así como a las ideas generales que son expresadas. Podría sumarízarse en una sola frase: Toda la Biblia es verdaderamente la Palabra de Dios escrita por hombres" ibid., p. 90.



Amados alumnos que Dios les bendiga....





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