viernes, 22 de julio de 2011


Buenos días amados alumnos hoy viernes continuamos con la INTRODUCCIÓN A LA BIBLIOLOGIA


9. LA CONTINUIDAD DE LA BIBLIA. La continuidad del mensaje de la Biblia es absoluta en cuanto a su consumación. Está atado por la sucesión de la historia, tipo y antitipo, la profecía y su cumplimiento y por la anticipación , presentación, realización y exaltación de la Persona más perfecta que ha caminado sobre la faz  de la tierra y cuyas glorias son la efulgencia del cielo. Pero la perfección de esa continuidad es sostenida contra lo que para el hombre serían impedimentos insuperables; porque la Biblia es una colección de sesenta y seis libros que fueron escritos por más de cuarenta escritores diferentes-reyes, ladrones, filósofos, pescadores, médicos, estadistas, eruditos, poetas, hombres del campo-que vivieron en diferentes países, sin oportunidad de reunirse y firmar acuerdos el uno con el otro, y durante un período de tiempo de no menos de mil seiscientos años de historia. Debido a esos obstáculos de continuidad, la Biblia por fuerza natural debía ser la más heterogénea, inconmensurable, discordante y contradictoria colección de opiniones humanas que el mundo jamás haya visto; pero, por el contrario, la Biblia es exactamente lo que ha sido diseñada, es decir, un homegéneo, ininterrumpido, armonioso y  ordenado relato de la historia completa de los tratos de Dios con el hombre.
    Tampoco debe pasarse por alto que otros libros sagrados son el producto de un solo hombre y por lo tanto no envuelve el problema de continuidad que se produce cuando los escritos de cuarenta hombres desasociados el uno del otro son entretejidos en un todo perfecto. Cada una de las tres grandes religiones monoteístas tiene sus propios escritos sagrados. Sin embargo, el judaísmo y el cristianismo comparten el echo que sus escritos son una complicación de los escritos de varios hombres. El libro que sostiene los postulados del islamismo es la obra del fundador de esa religión.
   Este proclama ser las  palabras de Dios, sin embargo, no está escrito por la mano de un profeta, sino que tomado por medio de un dictado oral de una supuesta revelación. Comienza y termina en la persona de su primer maestro. De esos escritos ninguno de sus seguidores se atreve a quitar o añadir. El hombre aun en su estado mejor es una criatura efímera. Su vida está circunscrita a su propio día y generación y sus puntos de vista son comunmente provincialistas. Por medio de tales hombres, igualmente limitados en ellos mismos. Dios causó que una biblioteca se formase en un solo libro con su incomparable continuidad. Este Libro, conteniendo muchos libros, no ha adquirido las impresiones idiosincráticas de muchas mentes. Su armonía no es la producida por un conjunto de trompetas tocadas al unísono, sino la de una orquesta donde, aunque absolutamente a tono los intrumentos son perfectamente distinguibles. ¿Sobre qué base pudiese esta continuidad plena ser explicada si se declarase que la Biblia es algo menos que la Palabra de Dios?

Que Dios les bendiga

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