jueves, 8 de septiembre de 2011

TEOLOGÍA SISTEMÁTICA


Amados alumnos que Dios les bendiga, hoy jueves continuamos la clase de BIBLIOLOGÍA-INSPIRACIÓN


INSPIRACIÓN

   El uso teológico de la palabra inspiración tiene como fin  referirse a esa influencia controlante que Dios ejerció sobre los hombres que escribieron la Biblia. Esa expresión tiene que ver con el recibir el mensaje divino y la exactitud con que dicho mensaje es registrado. Todo lo que concierne al origen del mensaje pertenece, como hemos visto, al mucho más extenso campo de la revelación. Por cuanto Dios ha ahblado por revelación y el hombre ha ejercitado la capacidad divinamente dada de recibir el mensaje de Dios, todo pensamiento y acción del hombre están ahora sujetos a ese mensaje estabilizador que Dios ha dado. Reemplazando el agnosticismo innato en el hombre, nacido de sus limitaciones como pecador, Dios ha dado al hombre un mansaje permanente en forma escrita el cual no tan solamente ensancha el campo del conocimiento humano hacia lo infinito, sino que también sirve como correctivo a esas nociones falibles o inestable y a esas teorías que son engendradas por loa ignorancia humana. Feliz, en verdad, es el hombre regenerado que presta su atención con humildad a la palabra de Dios. El mensaje divino sirve para dar forma y cuerpo a cada doctrina y a ninguna con mayor efectividad que a la doctrina de la inspiración. Cual las discordantes voces de los que edificaron la torre de Babel, los incrédulos de cada generación y en especial en estos últimos siglos, han aunado sus esfuerzos en oposición a la sublime doctrina de la inspiración que la Biblia claramente enseña. Al examinar muchos de los libros escritos durante el siglo pasado y que dan consideración a la dostrina de la inspiración, no puede pasarse por desapercibido el hecho de que ya sea el autor de una generación u otra, cada uno, a su vez, revela que, al momento de escribir su libro, un conflicto irreconciliable estaba teniendo lugar, habiendo alcanzado, según el, un punto de crisis entre aquellos que defienden y aquellos que se oponían a la bien arraigada creencia de la inspiración de las Escrituras. Esto es algo revelador; indicando, como lo hace, la oposición pertinaz que el hombre incorverso-por erudito que sea- ejerce contra todo lo que es sobre natural.


Amados alumnos que Dios les bendiga...

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