viernes, 2 de diciembre de 2011

TEOLOGÍA SISTEMÁTICA



Amados alumnos que Dios les bendiga, hoy viernes continuamos nuestra clase de Bibliología con el tema: La Iluninación








   Despues de haber anunciado de antemano el poder iluminador del Espíritu sobre los inconversos por medio del cual el velo satánico en cuanto al evangelio es quitado y sin el cual nadie jamás podría recibir a Cristo como Salvador (Jn. 16:7-11), el Señor continuó, "Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. Pero cuando venga el Espíritu de Verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir" (Jn 16:12-13). La palabra principal en este pasaje es que Cristo, quien había estado enseñando sus discipulos por espacio de tres años y medio, va a  continuar enseñandoles pero por medio de un nuevo sistema. La frase, "Cuando venga el Espíritu de verdad" sin duda anticipa la venida del Espíritu el día de Pentecostés y las nuevas realizaciones que serían posible por Su permanencia en el corazón de los  discipulos-no siendo el menos de dichos ministerios el servir como Maestros. Pero tiene que reconocerse que el Espíritu deliberadamente no origina nada. Lo cierto es que "hablará todo lo que oyere", y recibierá de lo mió", dijo Cristo, "y os lo hará saber" y, nuevamente, "tomará de lo mío (incluyendo todas las cosas del Padre), y os lo hará saber." Es así cómo al presentar el mensaje del Cristo excelso que el Espíritu glorificará a Cristo. Sin esta menera tan definida y sin precedente de impartir la verdad, los discípulos-como es igualmente verdad de todos los creyentes desde aquel día hasta hoy - no podían sobrellevar las muchas cosas que, evidentemente, aún no habían sido comprendidas después de tres años y medio de enseñanza ininterumpida. El lenguaje no podía expresar de manera más explicita el hecho de que ciertos aspectos de la verdad - de importancia extrema- no pueden obtenerse por medios didádticos normales. Esas revelaciones sobrenaturales tienen que ser expuestas por el Cristo glorificado por mediación del Espíritu y solamente cuando el Espíritu habla desde Su incomparable posición de  cercanía, dentro del mismo corazón.
     El sermón del Aposento Alto, en el que se encuentra el pasaje antes referido es el germen que origina esa forma de doctrina que posteriormente sería desarrollada en las Espístolas. No es de extrañar, por lo tanto, que el Apóstol Pablo expone este asunto con mayor amplitud. Esto lo encontramos en 1Co. 2:9-3:4, y dice:

"Antes bien como esta escrito: Cosa que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido al corazón del hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las coasas del hombre sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana sino con las que enseña el Espiritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura y no puede entender porque se han de discernir espiritualmente. En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruira? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo. De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os dí a beber leche, y no vianda porque aún no érais capaces ni sois capaces todavía, porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y divisiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres? Porque diciendo el uno: yo ciertamente soy de Pablo; y el otro; yo soy de Apolos, ¿no sois carnales?"

    La verdad central en este contexto es presentada en el primer versículo citado donde se nos dice que Dios ha preparado ciertas "cosas" para los que le aman-cosas que no se aprenden por la vista, el oído, o el corazón (poder de razonamiento; comp. Is. 52:15; 64:4; 6:9, 10; Mt. 13:15).



Continuaremos el lunes, que Dios les bendiga...

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