viernes, 16 de diciembre de 2011

TEOLOGÍA SISTEMÁTICA







Amados alumnos Dios les bendiga, hoy viernes continuamos con la clase de Bibliología
Vitalidad






     La palabra vitalidad se refiere a la vida o poder vivifacante que,  como ningún otro libro, la Biblia posee. La Palabra de Dios posee varios atributos. Es el Antiguo Testamento estos aparecen en dos de los Salmos. Siete de ellos aparecen en el Salmo 19: "La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; el testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo. Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; el precepto de Jehavá es puro, que alumbra los ojos. El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre; los juicios de Jehová son verdad, todos justos (vs. 7-9). Así mismo, siete atributo de la Biblia son mencionados en el Salmo 119. Estos son: fil (v. 86),recto (v. 128), maravilloso (v. 129), puro (v. 140), eterno (v. 160), justicia (v. 172). El Nuevo Testamento añade que La Palabra de Dios es verdad (Jn. 17:17), útil (2Ti. 3:16), viva y eficaz (He. 4:12).
     Muy siginificativo es, sin duda, el uso de las palabras (zon, viva) y (energes, ´eficaz´ o ´poderosa´) en relación a las Escrituras. La palabra Ζωή, usada cerca de 140 veces en el Nuevo Testamento, significa vida ya sea como una realidad o como una forma de conducta. La raíz de dicha palabra aparece en cada una de las trece veces que se repite la frase, "el Dios viviente." Dos veces aparece dicha raíz como parte integral de la Palabra Escrita. Está escrito: (a) Porque la palabra de Dios es viva y eficaz (activa), y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones (ideas) del corazón (He. 4:12). La referencia en este pasaje a "La palabra de Dios, "ha sido tomada por los Padres apostólicos y en general por muchos otros en épocas posteriores como una referencia al Logos o Verbo Viviente, dando a dicha palabra el mismo uso dado por el Apóstol Juan; pero el contexto no favorece la idea del Logos en este caso y sí la de la Palabra escrita. En la epístola a los Hebreos la Segunda Persona es presentada como el Hijo de Dios y en 6:5 y 11:3 no se usa la palabra Logos,sino otra completamente diferente (rema), la cual se usa siempre para designar una forma de expresión oral y nunca para  referirse a la Persona de Cristo. Concerniente a la interpretación que atribuye esta referencia a la Palabra de Dios hablada como tal, debe señalarse que prácticamente no existe ninguna diferencia entre la Palabra hablada y la Palabra escrita, debido a que la una no es más que una forma en que la otra aparece. Ambas son igualmente el alimento de Dios. El elemento de vida, que aquí se dice estar inherente en la Palabra de Dios, es aún más que aquello que ahora está en autoridad en contraste con aquello que se ha convertido en una letra muerta: es más que algo que suple alimento, aunque en verdad la Escritura suple tal cosa. La Escritura es viva en el mismo sentido en que Dios es el Dios viviente (comp. He. 10:31). Los predicados usados aquí no tan solamente son reveladores, sino que están ordenados de tal manera que forma un clímax.
     La Palabra de Dios es viva,es eficaz, es cortante, es penetrante, y es discerniente, (b) "Siendo renacidos, no de simiente corruptible. sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre" (1P. 1:23). Aquí aparece nuevamente la palabra (zao), con el pensamiento adicional de la duración eterna. Tampoco se debe pasar por alto aquí las palabra de Cristo cuando dijo: "Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida" (zoe, Jn. 6:63).
    



Continuaremos el lunes, que Dios les bendiga...

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