viernes, 11 de noviembre de 2011


Amados alumnos que Dios les bendiga, hoy viernes continuamos con la clase de Bibliología
 Canonicidad y Autoridad




La vos de Dios, verificada a través del Hijo, y (un tema aún por considerar) el uso de las  Escrituras por el Espíritu, forman la base de la autoridad canónica. La inspiración de los escritores Sagrados tiene una parte que se  relaciona con el campo de las letras, que tiene sus aspectos humanos. Por otra parte aquellos que constituye la Biblia como La Ley de Dios no es una cuestión literaria de clase alguna; sino algo que ha de ser clasificado como teológico, moral, y vital. Es algo más que un asunto de vida o muerte en cuanto a la referencia de esas expresiones a esta esfera; ésta abarca nada menos que las cuestiones de la vida eterna y la muerte eterna. Naturalmente, pertenecea la sabiduría y está en armonía con la verdad el descubrir esa autoridad trascendental  dentro de la Deidad misma y no en ninguna cooperación humana, no  importa qué tan excelente sea ésta.
     Los cuatro Evangelios contienen más de treinta y cinco referencias directas y citas de las Escrituras por parte del Hijo de Dios. Estas, como sepodrá ver, no solamente registran su testimonios tocante al carácter divino de la inspiración plenaria y verbal de las Escrituras, sino que, tomadas como un todo, éstas contemplan el Antiguo Testamento y por ello sirven para certificar los aspectos plenarios de su perfección. Ya que es en, y a través de, esas citas hechas por Cristo que El ha dado su aprobación real a la Ley de Dios, un examen cuidadoso de éstas- tal y como nos es posible realizar aquí- es obligatorio.
     Cuando Cristo declaro algo más que la verdad incontrovertible de que El mismo era verdadero. El se declaró a sí mismo como la verdad y en el sentido que El es el tema central de la Palabra de Verdad, El es el Amén, el Tetigo fiel y Verdadero (Ap. 1:5; 3:14; Is. 55:4). El dijo acerca de sí mismo:  "Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad" (Jn. 18:37)- no solamente como testigo al valor moral de la verdad, sino como testigo de la Palabra de Dio. "Tu palabra es verdad" (Jn. 17:17). La frase "para esto he venido al mundo", eleva Su ministerio de autorización al nivel más alto de ser uno de los propósitos de la encarnación. Con el mismo fin, el apóstol declara: "Pues os digo que Cristo Jesús vino a ser siervo de la incircuncisión para mostrar la verdad de Dios, para confirmar las promesas hechas a los padres" (Ro. 15:8). El es, en verdad el Confirmador divino de esos escritos que fueron entonces identificados como "Las Escrituras", de las cuales también él afirmó que "no podían ser quebrantadas." Así la Segunda Persona de la Deidad añade su  aprobación real a la ley de Dios.Si este testimonio real parece comprender nada más que el Antiguo Testamento, podrá recordarse que Cristo designó y comisionó a los escritores del Nuevo Testamento y que El Habló desde el cielo diciendo "El que da testimonio de estas cosas" (Ap. 22:20), y eso fue dicho tocante al canon del Nuevo Testamento (vs. 18-19).




Continuaremos el lunes, que Dios les bendiga...

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