miércoles, 2 de noviembre de 2011

TEOLOGÍA SISTEMÁTICA


Amados alumnos que Dios les bendiga, hoy miércoles continuamos con nuestra clase de
Bibliología
Canonicidad y Autoridad



    En cuanto al Nuevo Testamento, la escritura fue realizada, en su mayor parte, por hombres escojidos por Cristo. El Apótol Pablo no constituye una excepción en esta clasificación ya que el Señor le apareció y lo llamó cuando iba en camino de Damasco. Estos hombres, es cierto, no ejercieron influencia alguna en el mundo de su tiempo y el mundo no tuvo nada que ver con la formación del canon del Nuevo Testamento fue dirigido a un grupo insignificante y despreciado de creyentes (1Co. 1:26-29), pero la reacción espiritual respecto a estos escritos por parte de aquellos que constituían la "manada pequeña" era esencial para la determinación de lo que eventualmente entraría a formar parte del contenido final  del canon del Nuevo Testamento. La comunicación estaba limitada, y  por muchos años los escritos que eran comunes y efectivos en una comunidad no alcanzaban a todas las comunidades. Es muy posible que ninguna congregación llegó a poseer una copia completa de todo lo que está en el canon del Nuevo Testamento, sino hasta los  primeros años del siglo segundo. Todas las copias de las diferentes porciones de las Escrituras eran hechas a mano y pocos, en verdad,  podían poseer esos tesoros. La porción que pertenecía a una iglesia local era preservada con el mayor de los cuidados y su lectura formaba gran parte del compañerismo de los creyentes cuando se reunían. A ellos no les preocupaba el asunto del canon ni lo que pertenecía a éste. Ellos sabían que al leer esos escritos sus  necesidades espirituales eran suplidas y de esa manera dichas porciones vinieron a ser apreciadas por todas partes, y esa fue la base para la formación del canon. Sin diseño ni esfuerzo, el canon vino a ser aprobado sobre la base del mérito particular de cada porción. Sin estar consciente de la relevancia de lo que nacían, sin contiendas e independientemente del diseño humano fue realizada la gran prueba final en cuanto a cuáles escritos eran de la inspiración de Dios. La perfección del plan y la integridad de los resultados son una evidencia indiscutible del proceder soberano de Dios obrando a través de los agentes humanos.
    Era natural que la iglesia latina tomase su tiempo antes de reconocer el valor sobrenatural de la epístola anónima a los Hebreos, y otros prejuicios existentes fueron sin duda reflejandos en otras localidades. A su debido tiempo y bajo la dirección del Espíritu Santo, todas las dificultades fueron vencidas y el último libro -Apocalipsis- fue añadido para completar el todo. Sería imposible determinar exactamente cuándo el Nuevo Testamento fue  reconocido como tal. Aceptando la fecha del Apocalipsis por el año 96 de la era cristiana, puede observarse que los escritos de Ignacio, en el año 115 datan solamente de veite años después. De esto y otros de los primeros padres de la iglesia es evidente que, aparte del prejuicio natural entre los judíos creyentes hacia la Biblia antigua, el Nuevo Testamento, como existe en el presente, fue distinguido como tal y obedecido como Escritura tan temprano como en el siglo segundo. No hay evidencias en relación a cuál fue la iglesia que primero obtuvo una Biblia completa, ni en cuanto a la fecha precisa en que tal hecho haya ocurrido. No hay manera de saber todo lo relacionado al proceso mediante el cual cualquier iglesia recibiese una nueva porción de las Escrituras para ser añadida a aquella que ya poseían. Sin duda, el hecho de que una nueva porción era aceptada sin controversia por alguna otra asamblea iría muy en su fabor. La manera en que el canon del Nuevo Testamento fue formado es algo totalmente natural, sin embargo lo que se realizó fue completamente sobrenatural.




Continuaremos mañana que Dios les bendiga...

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